El cabello crece a partir de los folículos pilosos, que son una especie de saquitos situados en la raíz del cabello, donde se encuentran las glándulas sebáceas que son las que producen el sebo que confiere al cabello suavidad y brillo natural.
Los folículos se encuentran justo por debajo del cuero cabelludo, contienen las raíces del cabello y se alimentan de los nutrientes que transporta la sangre. Por lo tanto, de dicho suministro depende que se tenga un cabello fuerte y sano.
Desde el momento en que el cabello sale al exterior del folículo es prácticamente un tejido muerto, y a parte de una higiene regular solo podemos influir en él nutriendo por dentro y por fuera dicho folículo.