Normalmente cuando hablamos de prosperidad o de abundancia, la gran mayoría de las personas lo asocian al dinero, no obstante, la prosperidad es mucho más que eso, ya que abarca todas las áreas de nuestra vida.
Para sentirnos externa e internamente prósperos y plenos, tienen que fluir todos los aspectos de nuestra vida.
Una de las grandes dificultades para que esto ocurra, es que, a veces consciente o inconscientemente no aceptamos esa abundancia que el universo nos ofrece porque creemos no merecerla.
La mayoría de nosotros hemos crecido con creencias de carencia.