Normalmente solemos decir que las relaciones son difíciles, sin caer en la cuenta de que son ni más ni menos que lo que hemos hecho de ellas, y que la realidad es que las personas somos seres complejos.
Nuestras mentes y sobre todo nuestros Egos son difíciles, e incluso a veces indolentes e intratables, lo cual complica considerablemente las cosas si consideramos que la mayoría de relaciones se establecen entre ego y ego.
Contemplamos solo el físico y a veces la personalidad, pero no profundizamos en el Ser humano que hay detrás de eso y esto nos lleva a ir elaborando una larga lista de defectos, tanto ajenos como propios.