Normalmente cuando hablamos de prosperidad o de abundancia, la gran mayoría de las personas lo asocian al dinero, no obstante, la prosperidad es mucho más que eso, ya que abarca todas las áreas de nuestra vida.
Para sentirnos externa e internamente prósperos y plenos, tienen que fluir todos los aspectos de nuestra vida.
Una de las grandes dificultades para que esto ocurra, es que, a veces consciente o inconscientemente no aceptamos esa abundancia que el universo nos ofrece porque creemos no merecerla.
La mayoría de nosotros hemos crecido con creencias de carencia.
Permítete aceptar la abundancia en tu vida
Cuando no obtenemos lo que queremos, siempre, siempre, tenemos que ir hacia dentro y reflexionar sobre “¿que hay en mí (conflicto, bloqueo, trauma, pensamiento, creencia etc.) que está impidiendo que fluya lo que necesito en mi vida?”
Reflexiona e indaga, sobre todo en que creencias hay en ti que te impiden alcanzar la prosperidad.
Creencias del tipo:
- La vida es dura y difícil
- Dependo del que dirán y No hago nada bien
- Es mejor ser pobre pero honrado
- No puedo lograr las metas que me he fijado
- El amor es ausencia de libertad
Para cambiar cualquiera de estas u otras creencias que encuentres que están arraigadas en ti, yo te propongo que hagas todos los días (y el mayor tiempo posible) afirmaciones positivas.
Estas van a ir contrarrestando y anulando creencias y pensamientos que te bloquean y no te dejan avanzar.
Afirmaciones del tipo:
- Prospero de múltiples maneras
- La totalidad de las posibilidades se abren ante mi
- Me merezco una vida buena
- Merezco tener buena salud
- Merezco tener abundancia en el amor
- Acepto a la pareja perfecta para mí
- Merezco vivir cómodamente y prosperar.
Agradece todo lo que tienes
Agradece todo lo que tienes, aunque no te guste.
Agradece la casa que te cobija, el coche que te lleva a donde tú quieres, el trabajo que te permite ganar un sustento, a tus amigos por acompañarte en tu camino.
El universo siempre está atento a tus mensajes y funciona como un boomerang, por ello cuando aprecias y generas una energía de agradecimiento hacia lo que tienes, el universo te devuelve esa energía poniendo en tu camino lo que deseas.
Aprende a recibir
En general las personas se sienten más cómodas dando que recibiendo y en muchísimas ocasiones cuando recibimos algo sentimos la obligación de devolverlo de alguna forma.
Esto tiene mucho que ver con la mal llamada “buena educación”.
Está claro que cuando rechazamos cualquier regalo, ayuda o cumplido, y sobre todo si lo verbalizamos con un “no gracias”, estamos integrando la información de que no necesitamos nada……y esa va a ser nuestra realidad.
Lejos de esto, debemos aceptar lo que se nos ofrece, agradeciendo de verdad todo lo recibido y sabiendo que cuando nosotros podamos hacer algo parecido por alguien lo haremos, no desde la obligación y el compromiso sino desde el compartir y la generosidad.
Al aceptar algo, no solo nos declaramos merecedores de abundancia, sino que también ofrecemos indirectamente al otro la oportunidad de ejercer su abundancia y generosidad.
“Me merezco lo mejor y ahora lo acepto”
Alégrate de la prosperidad ajena
Ten presente que en este planeta hay recursos suficientes para todos, así que alégrate de que haya personas que ya disfruten de una vida próspera.
Elije no criticar. Elije no juzgar.
Cuando nos pronunciamos desde la crítica o el juicio, nos estamos coartando y autolimitando, porque estamos viendo a las personas prósperas como algo negativo y eso será lo que el universo interprete para nosotros.
“Lo que creemos, creamos”
Deja marchar lo “viejo”
Si queremos recibir algo nuevo como puede ser la prosperidad y la abundancia, nos tenemos que deshacer de todo lo “antiguo” que ya no nos sirve.
No solo me refiero con esto a pensamientos, creencias, actitudes, comportamientos etc., también hay que incluir las cosas materiales, ya que, al igual que todo lo que existe, son energía y la energía siempre tiene que estar en movimiento.
Un buen ejercicio, que además utilizan algunas escuelas de psicología, es hacer una limpieza a fondo de los armarios. Simbólicamente todo lo que almacenamos en los armarios tiene que ver con todo lo que guardamos en nuestra cabeza.
Esto también nos sirve como guía para saber la saturación que puede haber en nosotros de cosas almacenadas y guardadas que no utilizamos y que probablemente nunca lo haremos.
Limpiar armarios no suele ser una tarea fácil, pero debemos pensar que no hay porque tirar las cosas, podemos desprendernos de ellas con amor y gratitud por el tiempo que las hemos utilizado y, o bien reciclarlas, o darlas a cualquier persona que le sirvan.
Esto hará hueco en nosotros y en nuestra vida para recibir con abundancia todo lo que deseamos y además nos aportará perspectiva y gran claridad mental.
Me aparecido interesante
Muchas gracias!