¿Qué son?
Las Afirmaciones Positivas son declaraciones verbalizadas o no, que formulamos con convicción sobre una cualidad, emoción o actitud que tenemos y que queremos reforzar o que queremos tener.
Mucho antes de que autores como Bernie Siegel o Luise Hay popularizasen el uso de las afirmaciones positivas, Paramahansa Yogananda, una de las figuras prominentes del siglo XX, divulgó la práctica de los principios científicos y espirituales sobre los que se asienta el asombroso poder de esta herramienta para sanar la mente y el cuerpo.
En la actualidad existe el pensamiento generalizado de que las afirmaciones son recursos psicoterapéuticos, que mediante la formulación de pensamientos positivos y gracias a la autosugestión, nos ayudan a cambiar nuestras creencias para lograr un propósito, pero esto es sólo una parte, su alcance va mucho más allá y se extiende a todos los ámbitos del desarrollo humano, ya que mediante las afirmaciones se pone en marcha el poder curativo de la palabra y del pensamiento.
Esto se debe a que actúan directamente sobre el prana, es decir sobre la energía vital, la fuerza capaz de sanar cualquier enfermedad o situación.
¿Para qué utilizarlas?
Las afirmaciones nos ayudan a enfocar la fuerza del pensamiento concentrado, y no solo podemos utilizarlas para lograr una curación física, sino también para poder superar obstáculos y obtener verdadero éxito en la vida.
La antigua ciencia védica de la vibración nos dice que las palabras habladas materializan en el plano físico la energía vibracional de los pensamientos, por lo tanto, y aunque las afirmaciones también se pueden hacer mentalmente, siempre serán más efectivas si las verbalizamos.
¿Cómo y cuándo utilizarlas?
Paramahansa Yogananda nos dice en su libro “Afirmaciones científicas para la curación”, que es preciso que la actitud mental se adapte al tipo de Afirmación utilizada, y un requisito fundamental en la práctica de las afirmaciones para que estas den resultados, es la intensidad de la atención, aunque por descontado también ejercen gran impacto en el resultado la continuidad y la repetición con la que las practiquemos.
Repite atenta y reiteradamente tus afirmaciones y no te inquietes por los resultados, estos se producirán naturalmente como fruto de tus esfuerzos.
Escoge unas cuantas afirmaciones cada semana, siempre frases hechas en positivo y sin que aparezca la palabra “no”.
Si lo que quieres es cambiar algún hábito o actitud, puedes escribir frases motivadoras, o crear frases positivas sobre un tema, en caso de que quieras conseguir algo positivo en tu vida.
Estas frases puedes utilizarlas cuando meditas, cuando cantas, cuando caminas y siempre que te sea posible, ya que cuanto más las repitas de forma consciente más probabilidades tendrás de que acaben formado parte de tu inconsciente y tu cerebro acabará repitiéndolas sin esfuerzo, al igual que hace ahora con los pensamientos negativos e irracionales.
Para finalizar
Te dejo algunos ejemplos de afirmaciones positivas que puedes utilizar.
- La vida es fácil y sencilla
- Cada día me levanto con más energía y mejor buen humor
- Acepto y abrazo todo lo que soy
- Siempre tengo buena suerte
- Tengo abundancia en todas las áreas de mi vida
Recuerda que somos parte del Todo, y que la semilla que plantes en tu interior florecerá en el mismo Todo, regalándote su cosecha también desde el exterior.
Gracias Pilar, por este artículo sobre el pensamiento positivo. Es una muy buena herramienta para conducir la mente hacia lo positivo. Gracias de nuevo.
Gracias a ti por leer todo lo que voy escribiendo.
Gracias, muy constructivo.
Abrazos
Muchas gracias por tu opinión.